El asma inducida por ejercicio ocurre debido a un estrechamiento de las vías aéreas ede los pulmones que se desencadena por el ejercicio extenuante. Esto causa dificultad para respirar, sibilancias, tos y otros síntomas
El término preferido para esta condición es la broncoconstricción inducida por el ejercicio Entre las personas con asma, el ejercicio es sólo uno de varios factores que puedan inducir dificultad respiratoria.
Para la gran mayoría de las personas con broncoconstricción inducida por el ejercicio, el tratamiento con medicamentos comunes del asma y las medidas preventivas les pueden permitir seguir haciendo ejercicio activo y continuado,
Los signos y síntomas de la broncoconstricción inducida por el ejercicio puede comenzar pocos minutos después del ejercicio, y puede persistir durante 30 minutos si se deja sin tratar. Los signos y síntomas pueden incluir: tos, sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho o dolor, fatiga durante el ejercicio y peor rendimiento deportivo de lo esperado incluso cuando estás en buena forma física., evitar la actividad (un signo sobre todo entre los niños pequeños) es un dato relevante
Consulte al neumólogo si experimenta síntomas o signos de broncoconstricción inducida por el ejercicio. Dado que otros procesos puede causar síntomas similares, es importante obtener un diagnóstico rápido y preciso.
Obtener atención médica de emergencia si usted tiene síntomas de empeoramiento. Dificultad para respirar, sibilancias que empeora rápidamente, incluso a pesar del uso de inhaladores.
Los factores que pueden aumentar el riesgo o actuar como desencadenantes incluyen:
El aire frío, el aire seco, la contaminación del aire, alto nivel de polen, Cloro en las piscinas, Productos químicos utilizados, repavimentación, Las infecciones respiratorias , actividades con largos períodos de respiración profundos, como carreras de larga distancia, la natación o el fútbol
Broncoconstricción inducida por el ejercicio que no es tratada puede provocar:
Un ejercicio no beneficioso, bajo rendimiento en actividades físicas, dificultades respiratorias graves o potencialmente mortales, especialmente entre las personas con asma mal controlado