Budesonida inhalada en el tratamiento del COVID-19 temprano

Antecedentes

Múltiples informes iniciales de pacientes ingresados ​​en el hospital con COVID-19 mostraron que los pacientes con enfermedad respiratoria crónica estaban significativamente subrepresentados en estas cohortes.

Planteamos la hipótesis de que el uso generalizado de glucocorticoides inhalados entre estos pacientes era responsable de este hallazgo, y probamos si los glucocorticoides inhalados serían un tratamiento eficaz para el COVID-19 temprano.

Métodos

Realizamos un ensayo controlado aleatorizado de fase 2, de grupo paralelo, abierto (Steroids in COVID-19; STOIC) de budesonida inhalada, en comparación con la atención habitual, en adultos dentro de los 7 días posteriores al inicio de los síntomas leves de COVID-19. El ensayo se realizó en la comunidad de Oxfordshire, Reino Unido.

Los participantes fueron asignados aleatoriamente a budsonida inhalada o atención habitual estratificada por edad (≤40 años o> 40 años), sexo (hombre o mujer) y número de comorbilidades (≤1 y ≥2). La aleatorización se realizó mediante la generación de secuencias aleatorias en bloques de aleatorización en una proporción de 1: 1.

El polvo seco de budesonida se administró usando un turbohalador a una dosis de 800 μg por actuación. Se pidió a los participantes que hicieran dos inhalaciones dos veces al día hasta la resolución de los síntomas.

El criterio de valoración principal fue la visita de atención de urgencia relacionada con COVID-19, incluida la evaluación del departamento de emergencias u hospitalización, analizada tanto para las poblaciones por protocolo como por intención de tratar (ITT).

Los resultados secundarios fueron la recuperación clínica autoinformada (resolución de los síntomas), los síntomas virales medidos mediante el Cuestionario de resfriado común (CCQ) y el Cuestionario de resultados informados por el paciente de InFLUenza (FLUPro), la temperatura corporal, las saturaciones de oxígeno en sangre y el SARS-CoV-2 viral. carga.

El ensayo se detuvo antes de tiempo después de que una revisión estadística independiente concluyera que el resultado del estudio no cambiaría con la inscripción adicional de participantes.

Este ensayo está registrado en ClinicalTrials.gov, NCT04416399.

Resultados

Del 16 de julio al 9 de diciembre de 2020, se reclutó y evaluó la elegibilidad de 167 participantes. 21 no cumplieron con los criterios de elegibilidad y fueron excluidos. Se asignaron al azar 146 participantes: 73 a la atención habitual y 73 a la budesonida.

Para la población por protocolo (n = 139), el resultado primario ocurrió en diez (14%) de 70 participantes en el grupo de budesonida y uno (1%) de 69 participantes en el grupo de atención habitual (diferencia en proporciones 0,131, 95 % IC 0 043 a 0 218; p = 0 004).

Para la población ITT, el resultado primario ocurrió en 11 (15%) participantes en el grupo de atención habitual y dos (3%) participantes en el grupo de budesonida (diferencia en proporciones 0 123, IC del 95%: 0 033 a 0 213; p = 0,009).

El número necesario a tratar con budesonida inhalada para reducir el deterioro de COVID-19 fue ocho. La recuperación clínica fue 1 día más corta en el grupo de budesonida en comparación con el grupo de atención habitual (mediana de 7 días [IC del 95%: 6 a 9] en el grupo de budesonida frente a 8 días [7 a 11] en el grupo de atención habitual; prueba de rango logarítmico p = 0,007).

La proporción media de días con fiebre en los primeros 14 días fue menor en el grupo de budesonida (2%, DE 6) que en el grupo de atención habitual (8%, DE 18; prueba de Wilcoxon p = 0 051) y la proporción de participantes con al menos 1 día de fiebre fue menor en el grupo de budesonida en comparación con el grupo de atención habitual.

Se requirió medicación antipirética según la necesidad durante una menor proporción de días en el grupo de budesonida en comparación con el grupo de atención habitual (27% [IQR 0-50] versus 50% [15-71]; p = 0 · 025).

Menos participantes asignados al azar a budesonida tuvieron síntomas persistentes en los días 14 y 28 en comparación con los participantes que recibieron la atención habitual (diferencia en las proporciones 0 204, IC del 95% 0 075 a 0 334; p = 0 003).

El cambio medio en la puntuación total en el CCQ y FLUPro durante 14 días fue significativamente mejor en el grupo de budesonida en comparación con el grupo de atención habitual (diferencia media del CCQ −0 · 12, IC del 95%: −0 · 21 a −0 · 02 [p = 0 · 016]; Diferencia media de FLUPro −0 · 10, IC del 95% −0 · 21 a −0 · 00 [p = 0 · 044]).

Las saturaciones de oxígeno en sangre y la carga de SARS-CoV-2, medidas por el umbral del ciclo, no fueron diferentes entre los grupos. La budesonida fue segura, y solo cinco (7%) participantes informaron eventos adversos autolimitados.


Tiempo hasta la recuperación clínica autoinformada de la población por protocolo mediante la censura de datos para el resultado primario

Interpretación La administración temprana de budesonida inhalada redujo la probabilidad de necesitar atención médica urgente y redujo el tiempo de recuperación después del COVID-19 temprano.

Investigación en contexto
Evidencia antes de este estudio

La mayoría de las intervenciones estudiadas para la pandemia de COVID-19 se centran en pacientes hospitalizados. Se necesitan con urgencia intervenciones ampliamente disponibles y relevantes para el COVID-19 leve.

Se realizaron búsquedas en PubMed y ClinicalTrials.gov entre el 20 de enero y el 23 de marzo de 2020 para todos los estudios sobre COVID-19, utilizando los términos de búsqueda «grave», «comunidad», «COVID-19», «corticosteroides inhalados», «inhalados glucocorticoides ”,“ asma ”y“ EPOC ”, publicado desde el 31 de diciembre de 2019, en inglés o traducido al inglés.

A partir de esta búsqueda, no identificamos ensayos clínicos que examinen la intervención terapéutica de los glucocorticoides inhalados en el COVID-19 temprano. Los estudios observacionales disponibles mostraron un riesgo reducido de COVID-19 grave en pacientes con asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica y, por lo tanto, se planteó la hipótesis de que los corticosteroides inhalados podrían tener un papel protector en la infección por SARS-CoV-2. Hasta la fecha, no se han publicado ensayos clínicos que evalúen la eficacia de los corticosteroides inhalados.

Valor agregado de este estudio

En este ensayo controlado aleatorizado de fase 2, de grupo paralelo, de etiqueta abierta, la budesonida inhalada, cuando se administró a adultos con COVID-19 temprano, redujo la probabilidad de requerir atención de urgencia, consulta en el departamento de emergencias u hospitalización.

También hubo una resolución más rápida de la fiebre, un marcador de mal pronóstico conocido en COVID-19, y la resolución de los síntomas autoinformados e informados por cuestionarios fue más rápida.

Hubo menos participantes con síntomas persistentes de COVID-19 los días 14 y 28 después del tratamiento con budesonida en comparación con la atención habitual. Hasta donde sabemos, este es el primer ensayo de intervención para estudiar la eficacia de los corticosteroides inhalados en la enfermedad COVID-19 temprana.

Implicaciones de toda la evidencia disponible

El ensayo STOIC proporciona potencialmente la primera intervención eficaz de fácil acceso en la fase temprana de COVID-19.

Al evaluar el uso de recursos de atención médica, el estudio ofrece una opción interesante para ayudar con la presión mundial sobre los sistemas de atención médica debido a la pandemia de COVID-19. Los datos de este estudio también sugieren un tratamiento potencialmente eficaz para prevenir la morbilidad a largo plazo de los síntomas persistentes del COVID-19

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