La apnea obstructiva del sueño puede aumentar el riesgo de cáncer

Conclusión práctica

  • De acuerdo con un análisis agrupado de 18 estudios con más de 430.000 participantes, en un metanálisis se halló que la apnea obstructiva del sueño se asocia con un aumento del 36 % del riesgo de cáncer.
  • El riesgo fue mucho más elevado, un aumento superior al doble, en el subgrupo de pacientes con apnea obstructiva del sueño moderada o grave, pero no se produjo ningún aumento con la apnea leve.
  • Aumentaron muchos tipos de cáncer, especialmente el cáncer del sistema nervioso central y el cáncer de riñón, pero no el de pulmón.

Relevancia

  • En los resultados del metanálisis se indica que los profesionales sanitarios de atención primaria y de atención especializada deben tratar de forma intensiva la apnea obstructiva del sueño. En otros datos se indica que el mejor tratamiento contra la apnea obstructiva del sueño, la presión positiva continua en las vías respiratorias, puede reducir el riesgo de cáncer.
  • Se desconoce el mecanismo por el cual la apnea obstructiva del sueño puede aumentar el riesgo de cáncer, pero los estudios en células y los modelos en animales indican que la hipoxia intermitente o la fragmentación del sueño (2 características distintivas de la apnea obstructiva del sueño) promueven la oncogénesis, el crecimiento tumoral y la colonización tumoral o metástasis.
  • La totalidad de los datos celulares y animales llevó a los investigadores a la conclusión de que la relación entre la apnea obstructiva del sueño y el riesgo de cáncer es “biológicamente plausible”.

Diseño del estudio

  • Metanálisis de 18 estudios observacionales con >430.000 participantes después de una búsqueda en las bases de datos PubMed, Embase y Cochrane.
  • Los resultados se presentaron como un riesgo relativo agrupado de cáncer en los pacientes expuestos (es decir, los que presentaban apnea obstructiva del sueño) en comparación con el riesgo en las personas no expuestas (es decir, las que no presentaban apnea obstructiva del sueño).
  • El análisis de subgrupos se realizó por sexo, intensidad de la apnea obstructiva del sueño, diseño del estudio y tipo de cáncer.
  • Financiación: Fundación Nacional de Ciencias de China y Proyecto Clave del Proyecto de Investigación Científica de Guangzhou.

Resultados fundamentales

  • Cuando se realizaron ajustes por los factores de confusión, la apnea obstructiva del sueño (en comparación con su ausencia) se asoció con un aumento del 36 % en el riesgo global de cáncer (riesgo relativo: 1,36; intervalo de confianza del 95 % [IC del 95 %]: 1,18-1,56). (El riesgo relativo es la medida estadística del riesgo de un acontecimiento en una población expuesta en comparación con una que no lo está. El IC del 95 % describe el intervalo de valores entre los que se encuentra el riesgo relativo, con una probabilidad de error de solo el 5 %).
  • Cuando no se realizaron ajustes por los factores de confusión, la apnea obstructiva del sueño se asoció con un aumento del 49 % en el riesgo de presentar cáncer (riesgo relativo: 1,49; IC del 95 %: 1,32-1,69).
  • El riesgo máximo fue el del subgrupo con apnea obstructiva del sueño moderada o grave, definida como ≥15 acontecimientos/hora. El riesgo de cáncer en este subgrupo fue superior al doble (riesgo relativo: 2,62; IC del 95 %: 1,64-4,19), mientras que no se dio ningún aumento del riesgo con apnea obstructiva del sueño leve (5-14,9 acontecimientos/hora). El aumento del riesgo con el aumento de la exposición aporta credibilidad a los resultados generales.
  • El riesgo de cáncer aumentó en un 27 % en el subgrupo de mujeres con apnea obstructiva del sueño (en comparación con su ausencia; riesgo relativo: 1,27; IC del 95 %: 1,06-1,51), pero no en el de hombres.
  • El riesgo aumentó en los siguientes subgrupos por tipo de cáncer:
    • El riesgo de cáncer de mama aumentó en un 32 % (riesgo relativo: 1,32; IC del 95 %: 1,03-1,70).
    • El riesgo de cáncer en el sistema nervioso central aumentó en un 71 % (riesgo relativo: 1,71; IC del 95 %: 1,06-2,75).
    • El riesgo de cáncer de riñón aumentó en un 81 % (riesgo relativo: 1,81; IC del 95 %: 1,20-2,74).
    • El riesgo de cáncer de hígado aumentó en un 19 % (riesgo relativo: 1,19; IC del 95 %: 1,10-1,29).
    • El riesgo de cáncer de páncreas aumentó en un 23 % (riesgo relativo: 1,23; IC del 95 %: 1,14-1,33).
  • El riesgo no aumentó en los siguientes subtipos de cáncer:
    • Cáncer de pulmón.
    • Cáncer de vejiga.
    • Melanoma.
    • Cáncer colorrectal.
    • Cáncer de próstata.
    • Cáncer del aparato reproductivo.
    • Cáncer de la médula espinal.
    • Cáncer tiroideo.

Limitaciones

  • Todos los estudios eran observacionales.
  • No se especificó la naturaleza de los ajustes.
  • No se comentó la ausencia de aumento del riesgo en el cáncer de pulmón.
  • La heterogeneidad entre los estudios era elevada.

Asociación del tabaquismo con infección y mortalidad por COVID-19

Conclusión práctica

  • Los fumadores actuales y las personas con antecedentes de tabaquismo con <69 años tenían un aumento del riesgo de COVID-19.
  • Los fumadores mayores de ≥69 años tenían el doble de posibilidades de morir por COVID-19 que aquellos pacientes que no habían fumado nunca, probablemente por el aumento del riesgo de síndromes y enfermedades crónicas.

Relevancia

  • Los resultados sugieren que el tabaquismo y los antecedentes de tabaquismo se deben considerar en la evaluación del riesgo de mortalidad por COVID-19 en personas con ≥69 años.

Diseño del estudio

  • Este estudio prospectivo incluyó a 402.978 pacientes del Biobanco de Reino Unido a quienes se les realizó seguimiento del 1 de febrero al 28 de junio de 2020 usando datos asociados al Hospital Episode Statistics.
  • El criterio de valoración principal fue infección y posterior mortalidad por COVID-19.
  • Financiación: National Institute for Health Research Oxford Biomedical Research Centre.

Resultados fundamentales

  • De los 402.978 pacientes, 224.451 (55,7 %) no eran fumadores, 139.056 (34,5 %) tenían antecedentes de tabaquismo y 39.471 (9,8 %) eran fumadores actuales.
  • Durante el periodo de estudio, 1.591 (0,39 %) dieron positivo para COVID-19, de los cuales 372 (23,4 %) fallecieron posteriormente.
  • Los fumadores actuales con <69 años frente a los no fumadores tenían casi el doble de posibilidades de infectarse por SARS-CoV-2 (incidencia ajustada de risk ratios [IRRa] 1,88; IC del 95 % [IC 95 %], 1,49-2,38), pero no se observaron diferencias en aquellos con ≥69 años (IRRa, 1,05; IC 95 %, 0,82-1,34).
  • Por el contrario, los fumadores actuales con ≥69 años frente a los no fumadores tenían el doble de posibilidades de morir por COVID-19 (IRRa, 2,15; IC 95 %, 1,11-4,16), pero la asociación era menos pronunciada en aquellos con <69 años (IRRa, 1,22; IC 95 %, 0,83-1,79).
  • Se observaron patrones similares en aquellos con antecedentes de tabaquismo.

Limitaciones

  • Posible infravaloración de la infección por COVID-19 al usar solo casos confirmados en el laboratorio.
  • En la consulta del dr. Dámaso escribano TrTAMIENTO DE LA EPOC Y DEL tABAQUISMO
  • Solicita Consulta

Continuidad en la actividad profesional como Médico

Estimados Lectores

Han pasado ya tantos años desde que acabé mi licenciatura de Medicina y han cambiado tantas cosas para empezar la configuracion de la propia sociedad, la de hoy nada tiene que ver con la de los años setenta y ochenta, el comportamiento humano, los recursos en la sanidad tanto pública como privada, la tecnologia se ha implementado de forma extraordinaria , la resolucion de las imágenes , la robótica, la cirugia miniinvasiva, cualquier especialidad médica y quirúrgica ha evolucinado de forma excepcional.

Tambien la demanda de la población, quien se ha vuelto no solo más exigente, sino que tambien ha extendido su carteria de atencion por asuntoa a veces nimios que en años previos se asumian como «aceptables» hoy la demanda en especialidades como la cirugía estética, la dermaolgia, oftalmologia, traumatologia son bien conocida

Los médicos internistas y neumólogos seguimos fieles al compromiso Hipocrático, valoramos el humanismo y la relacion médico paciente y es por ello que a muchas personas les agrada esta buena armonia o empatia y la valoran como positiva.

Me gustaria ahora hecer una especie de «revival» más que como añoranza del pasado por resituar el presente y creer en el futuro. sin duda un año marcado por una pandemia como la originada por el virus SARS 2 Covid 19 nos debe hacer reflexionar sobre ciertos comportamientos socioeconómicos. es verdad que el ojo debe ser «panóptico» pues poco adelantaremos si lo que ocurre en otros continentes como Africa, Asia o incluso América del Sur no toman otra deriva.

Recientemente algunos amigos me han sugerido por qué no daba más información sobre mi actividad como profesional médico

Tras acabar el bachillerato en el colegio de la SAFA en Madrid en los años sesenta  donde aún hoy después de casi 70 años un grupo de compañeros de infancia adolescencia de ese colegio  mantenemos relación a través de las redes sociales y ocasionalmente de presencia física , realicé la carrera de medicina en la Universidad Complutense de Madrid, de aquella época también guardo buenos recuerdos de compañeros y amigos.

Durante los seis largos años de carrera es la Biblioteca Nacional la que a modo de matriz resulta impulsora de mi bibliofilia , fue en aquellos solemnes pupitres donde consultando tantos libros como te pudieran interesar  estudiando diferentes materias o temas nació y se acrecentó este amor por los libros  que ya no desaparecía .

Tras la finalización de la carrera me trasladé de médico rural a un pueblo de El Bierzo zona minera, allí conocí a la que hoy sigue siendo mi mujer Ina Balin y con quien el año próximo haremos cincuenta años de matrimonio.

Este paso por la medicina rural en una zona donde existía un buen número de enfermos con Silicosis de alguna manera me condicionó años más tarde hacia la Neumología como subespecialidad médica.

Tras esta experiencia extraordinaria y aconsejable de médico de pueblo me trasladé a realizar la especialidad de Medicina Interna en el Hospital General de León entonces llamado San Antonio Abad..

Motivado hacia la especialidad del aparato respiratorio y tras hacer un curso intensivo en el Hospital San Pablo de Barcelona acceíi a una plaza en el Instituto Nacional de Silicosis de Oviedo donde estuve trabajando siete años largos hasta 1982 , en este tiempo realicé el doctorado y obtuve la titulación de medicina del trabajo, al ser el centro referente en enfermedades profesionales

En el año 1982 obtuve por oposición la plaza de jefe del servicio de medicina Interna en el Hospital de Jove de Gijón.

Ya desde el principio junto con otros compañeros de otras especialidades “construimos” un hospital más moderno y acorde con la infraestructura y los recursos disponibles de la época.

Durante estos treinta años de ejercicio de la medicina en este hospital acometí funciones no solo asistenciales sino docentes de investigación , publicación de trabajos .para congresos asi como labores de gestión clínica previo MBA y un curso “ ad hoc” en la Universidad de Oviedo. Otras actividades como una estancia en Dublin para la actualización del SIDA u otras diversos cometidos figuran en el CV (Curriculum

En la actualidad mi tiempo esta dividido entre el ejercio de la medicina en forma de consulta externa especialidades de medicina interna y neumologia en el Policlinico de salud de Mapfre en Gijón calle Capua 29, tambien coo médico de atencion geriatriaca en residencias sociosanitarias. Esta actividad se ve incrementada por estudios de grado en antropologia en la UNED asi como la gestion de la libreria on line de libros de segunda mano Librosveaylea.com

Los neumólogos advierten: el pitillo electrónico no ayuda a dejar de fumar

«No existe ningún trabajo que diga que el cigarrillo electrónico ayuda a dejar de fumar». Tajante, José Ignacio de Granda, coordinador del Área de Tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, descartó el miércoles por la mañana el uso de estos dispositivos para ayudar a combatir la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), la reducción de la capacidad respiratoria que experimentan muchos fumadores y que causa 18.000 muertes al año solo en España. A la relación entre tabaco y EPOC dedica la Separ este año.

La discusión del papel de los cigarrillos electrónicos en la deshabituación tabáquica es recurrente desde hace años, pero nunca ha recibido el visto bueno de los médicos. El último en agitar el avispero ha sido el servicio de Salud Pública británico, que en un informe publicado este verano afirmaba que «cuando se apoyan por un servicio de deshabituación tabáquica, ayuda a la mayoría de los fumadores a dejar el tabaco». Pero los críticos afirman que el papel de los dispositivos es a corto plazo, y que si hay personas que dejan de fumar es por el resto de ayudas que se les ofrecen.

En España, el cigarrillo electrónico está en pleno proceso de reubicación normativa. La trasposición de una directiva de la UE sobre venta y publicidad del tabaco ha llevado al Ministerio de Sanidad a elaborar un borrador en el que se permite que se vendan en farmacias. La decisión ha pillado por sorpresa incluso a los fabricantes. Fuentes del sector afirman que no era una de sus peticiones –ellos ya tienen una red comercial de establecimientos que en muchos casos son de las propias tabacaleras–, pero admiten que la venta en boticas sería una especie de marchamo de calidad. Colegios farmacéuticos como el catalán se oponen a la medida. Y, por supuesto, los médicos. «Claro que no se pueden vender» como producto sanitario, «y menos en farmacias», zanjó De Granda. «Un medicamento emplea 10 años en investigación, aquí no ha habido nada de eso», añadió.

MÁS INFORMACIÓN

El director general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, José Javier Castrodeza, presente en el acto, no explicó cómo había llegado esa posibilidad de venta en farmacias al borrador. Solo afirmó que se trataba de un texto que estaba pendiente de alegaciones. «A estas alturas de legislatura» tampoco quiso pronunciarse sobre el proyecto británico de prohibir fumar en coches donde viajen niños.

En lo que los neumólogos españoles sí coinciden con el informe británico es en que los cigarrillos electrónicos son menos tóxicos que los pitillos. El trabajo cifra esta reducción en un 95%. «Claro que es menos tóxico, no sé si el 95% o cuánto», admitió De Granda. «Lo que no es inocuo». Este es el motivo principal de la oposición de los médicos. El miércoles fue Separ, pero el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT) y la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) también lo aducen en su oposición a estos productos. Así han respondido ante otros estudios en la misma línea, como uno de la Universidad de Valencia y otro del CSIC que determinaban que los gases del cigarrillo electrónico eran menos peligrosos que los de los pitillos.

Hay más motivos de recelo. Ciro Casanova, coordinador del Área de EPOC de la Separ afirmó que en los últimos congresos se habían presentado estudios en los que se detectaba que con el cigarrillo electrónico «se producían alteraciones muy similares a las que causa la EPOC». «Su perfil de seguridad está en entredicho», manifestó.

El 70% de las personas con EPOC no están diagnosticadas

Descartados los dispositivos, los médicos apelan a la educación, los consejos en consulta y los fármacos disponibles para conseguir reducir el tabaquismo y, como consecuencia, reducir el daño en la salud de la EPOC. Esta enfermedad es la segunda causada por el tabaco después del cáncer de pulmón. De las 60.456 muertes atribuibles a fumar que ha contabilizado el último estudio al respecto, el cáncer representa el 30% y la EPOC el 22%, dijo De Granda.

Además, esta enfermedad tiene un problema de desconocimiento por parte de la población. En 2012, solo el 17% la identificaba, dijo Casanova. Ha habido un avance desde menos del 5% de hace una década, pero sigue siendo muy poco en una enfermedad tan prevalente (se calcula que la padecen dos millones de españoles) y tan infradiagnosticada (un 70% de los afectados piensa que la tos, los ahogos, son normales y no lo atribuyen a la enfermedad, con lo que no acceden a los tratamientos disponibles). Fomentar las espirometrías que detectan la pérdida de la capacidad pulmonar (las personas que no fuman la reducen en 10 mililitros por año; las fumadoras, en más del doble, dijo Casanova) es el primer paso en este sentido.

Pero este estadío (el del diagnóstico y el tratamiento) es la segunda línea de batalla. La primera, como dijo Inmaculada Alfageme, presidenta de la Separ, es «usar las medidas que hay a disposición para dejar de fumar». Una tarea que, pese a la disminución de las tasas de fumadores de los últimos años (lo hace el 27% de los hombres y el 20% de las mujeres, según la última Encuesta Nacional de Salud), «no está ganada», dijo Castrodeza.

Los neumólogos ven en el Covid una oportunidad para intervenir en el tabaco

De acuerdo con los expertos, el tabaquismo ha representado siempre un factor de riesgo para las enfermedades respiratorias y en el caso del Covid-19 no es una excepción. Así, en el seno del II Congreso Nacional Covid-19, organizado en esta segunda edición por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), se presenta este viernes 16 de abril la mesa redonda del Comité Científico Tabaquismo y Covid-19, en la cual José Ignacio de Granda Orive, neumólogo del Hospital 12 de Octubre de Madrid; Raúl De Simón Gutiérrez, coordinador del Grupo de Tabaquismo de Semergen de Madrid, y la enfermera Paz Vaquero Lozano, coordinadora del Grupo de Tabaquismo de NeumoMadrid, expresarán sus puntos de vista y analizarán los riesgos que el tabaco implica ante el coronavirus.

De acuerdo con José Ignacio de Granda Orive, que participa con la ponencia ‘Consumo de cigarrillos y de cigarrillos electrónicos y Covid-19’, se sugiere que tanto fumar como vapear puede incrementar la expresión de ACE2 y también puede ser un factor de riesgo añadido para contraer infecciones, tanto víricas como bacterianas, como la tuberculosis. Además, asevera que “el tabaquismo actual o previo es un factor de riesgo para una peor evolución, una evolución más severa de la infección por Covid-19, y un Covid-19 más sintomático”.

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Por su parte, Raúl de Simón Gutiérrez en su exposición, ‘La atención sanitaria a los fumadores durante la pandemia’ coincide con el Dr. De Granda en que fumar representa el riesgo añadido de tener un desenlace adverso por Covid-19. No obstante, de Simón considera que la situación actual puede representar una oportunidad para intervenir en los pacientes fumadores, ya que como comentó, “el actual es un momento ideal para su abordaje aprovechando la mayor concienciación y preocupación de la población ante el riesgo de enfermar por Covid-19”. Además, para este especialista el uso de las nuevas tecnologías, como la mensajería móvil o los recursos web son herramientas idóneas para dar soporte a los fumadores, sin olvidar que es fundamental el abordaje multicomponente, con ayuda psicológica y farmacológica.

En el cierre de la sesión, la enfermera Paz Vaquero intervendrá con la exposición ‘Protocolo asistencial y manejo de exploraciones al grupo de fumadores durante la pandemia’, en la que subraya la importancia de las actividades que deben realizar las Unidades de Tabaquismo (UT) tanto en el campo docente, como el de la investigación, elrepresentativo y el asistencial. También remarca que “la Actividad Asistencial comprende la prestación de asistencia sanitaria para ayudar a dejar de fumar y debe hacerse a aquellos fumadores que hayan sido remitidos cumpliendo los criterios de derivación establecidos. En este nivel, la asistencia puede ser proporcionada en tres tipos de formato: individual, grupal y telefónica”.

Además, insiste en que las pruebas para los fumadores como la espirometría y la cooximetría deben de hacerse solo si se disponen de los equipos de protección individual necesarios y de acuerdo con las recomendaciones de Separ. 

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El Instituto Karolinska otorga el Nobel de Medicina a los descubridores del virus de la Hepatitis C

El Premio Nobel de Medicina y Fisiología 2020, otorgado cada año por el Instituto Karolinska de Suecia, ha sido otorgado este año a Harvey Alter, Michael Houghton y Charles Rice por su identificación del virus de la Hepatitis C. Los hallazgos de estos tres científicos han supuesto, según el comité del premio, «una contribución decisiva a la lucha contra la hepatitis de transmisión sanguínea, un importante problema de salud mundial que causa cirrosis y cáncer de hígado en personas de todo el mundo».

El proceso de descubrimiento del virus ha sido un esfuerzo colaborativo: Alter demostró que un virus desconocido era causa común de la hepatitis crónica; Houghton logró aislar dicho patógeno; y Rice obtuvo evidencia de que dicho virus era, efectivamente, el causante de la hepatitis.

El hallazgo del virus supone «un logro histórico en la batalla en curso contra las enfermedades virales». Este descubrimiento ha permitido el desarrollo de análisis de sangre altamente sensibles al virus, lo que ha contribuido a la eliminación de la hepatitis postransfusional en muchos lugares del planeta, además de la aparición de nuevos medicamentos antivirales específicos contra la hepatitis C.

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Un estudio sugiere siete semanas como tiempo óptimo para retrasar cirugía tras diagnóstico de COVID-19

Siete semanas parece ser el periodo ideal para retrasar la cirugía, cuando es posible, después de que una persona resulta positiva en la prueba de COVID-19, informan investigadores de Reino Unido.[1]

El riesgo de muerte fue casi 3,5 a 4 tantos más alto en las primeras seis semanas después de la intervención quirúrgica en más de 3.000 personas con un diagnóstico preoperatorio de COVID-19, en comparación con pacientes sin este diagnóstico. Después de siete semanas la tasa de mortalidad a 30 días descendió a un nivel inicial.

El estudio fue publicado el 9 de marzo de 2021 en la versión digital de Anaesthesia.

El tratamiento quirúrgico debe retrasarse más para las personas que se mantengan sintomáticas a las siete semanas después del diagnóstico, manifestó a Medscape Noticias Médicas el autor principal, Dr. Dmitri Nepogodiev.

«En este grupo recomendamos esperar hasta que se resuelvan los síntomas de COVID-19, de ser posible. Sin embargo, nuestro estudio no captó datos específicos sobre la COVID-19 persistente, por lo que no podemos hacer recomendaciones específicas para este grupo», señaló el Dr. Nepogodiev, miembro de investigación en NIHR Global Health Research Unit on Global Surgery, en la University of Birmingham, en Reino Unido.

«Este debería ser un campo de investigación futura», añadió.

El estudio internacional prospectivo de cohortes, multicéntrico, es notable por su gran tamaño: más de 15.000 investigadores informaron desenlaces de 140.231 pacientes quirúrgicos atendidos en 1.674 hospitales de 116 países. En total 2,2% de estos pacientes resultó positivo en las pruebas para el SARS-CoV-2 antes de la cirugía.

Se evaluó la cirugía de cualquier tipo realizada en octubre de 2020. Una mayor proporción de pacientes con diagnóstico preoperatorio de COVID-19 fue sometida a intervenciones quirúrgicas de urgencia, 44%, en comparación con 30% de las personas que nunca tuvieron un diagnóstico de COVID-19.

La mayoría de los pacientes estaba asintomático en el momento de la intervención quirúrgica, sea porque nunca presentó síntomas de COVID-19 o porque sus síntomas se resolvieron. La tasa de mortalidad a 30 días fue el criterio de valoración principal.

Tabla. Tasas de mortalidad en pacientes quirúrgicos con diagnóstico preoperatorio de COVID-19 Tabla Ver clasificación


Como comparación, la tasa de mortalidad a 30 días para pacientes quirúrgicos sin un diagnóstico preoperatorio de COVID-19 fue de 1,4%. Un diagnóstico de COVID-19 en un lapso mayor de siete semanas antes de la intervención quirúrgica no hizo ninguna diferencia importante en cuanto a los resultados.

Aún se desconoce el «por qué»

Todavía no se conocen los motivos de la asociación entre un diagnóstico de COVID-19 y las tasas más altas de mortalidad posoperatoria. Sin embargo, el Dr. Nepogodiev conjeturó que podría relacionarse con «cierto grado de lesión pulmonar, aun cuando los pacientes al principio estén asintomáticos».

La intubación y la ventilación mecánica durante la intervención quirúrgica podrían exacerbar la lesión pulmonar existente, dando lugar con ello a COVID-19 más grave.

De hecho, el Dr. Nepogodiev y sus colaboradores observaron que las complicaciones pulmonares posoperatorias seguían un patrón similar a los hallazgos a la muerte. Informaron tasas más altas de neumonía, síndrome de dificultad respiratoria aguda y reventilación inesperada en las primeras seis semanas después de un diagnóstico de COVID-19. De nuevo, a las siete semanas y más tarde, las tasas volvieron a ser relativamente similares que para las personas que nunca tuvieron COVID-19.

«Esperar siete semanas o más permite que se resuelva la lesión inicial de COVID-19», puntualizó el Dr. Nepogodiev.

«Un estudio importante»

«Este es un estudio importante de la mortalidad posoperatoria en pacientes que se recuperaron de COVID-19», comentó a Medscape Noticias Médicas el Dr. Adrián Díaz, maestro en salud pública.

La considerable cohorte y los numerosos ámbitos de práctica son algunas fortalezas de la investigación, añadió el Dr. Díaz, del University of Michigan Institute for Healthcare Policy and Innovation, en Ann Arbor, Estados Unidos. También fue el autor principal de un artículo de revisión en junio de 2020 sobre cirugía electiva en tiempos de COVID-19, que se publicó en American Journal of Surgery.[2]

«Al igual que con casi todos los estudios de esta índole, los resultados deben interpretarse de forma individual en cada caso. Sin embargo, este estudio no aporta información importante a pacientes y médicos que los ayuden a tener una conversación informada sobre el momento oportuno para la intervención quirúrgica», agregó el Dr. Díaz, también miembro del Center for Healthcare Outcomes and Policy y residente de cirugía general en la Ohio State University.

El Dr. Nepogodiev y sus colaboradores incluyeron en el estudio intervenciones quirúrgicas urgentes y electivas. El Dr. Díaz dijo que esta fue una potencial limitación debido a que las operaciones de urgencia «nunca se deben retrasar, por definición». Además, la falta de indicaciones para las intervenciones quirúrgicas y la información sobre la causa de la muerte fueron limitaciones adicionales.

En investigación futura se ha de evaluar cualquier ventaja de retrasar la cirugía durante más de siete o más semanas, añadió Díaz, y tal vez analizar específicamente a las semanas 10, 12 o 14, o considerar los desenlaces como una variable continua. «Esto ayudaría a los profesionales sanitarios a esclarecer más el riesgo y los beneficios de retrasar la cirugía más de siete semanas».

Los doctores Nepogodiev y Díaz han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente. El estudio tuvo múltiples fuentes de financiación, entre ellas, la Unidad de Investigación de la Salud Global del National Institute for Health Research, la Association of Upper Gastrointestinal Surgeons, la British Association of Surgical Oncology, Medtronic y más.

El Dr. Dámaso Escribano Médico Especialista en Medicina Interna y Neumologia ( Aparato Respiratorio)

Traslada su consulta privada/Particular al Policlinico de Mapfre Salud Calle Capua 29 Gijon Tfo 986 867110

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Coinfección Covid 19 y Gripe

A medida que se levantan las restricciones de salud pública, es más probable que ocurran coinfecciones de virus respiratorios durante los próximos inviernos. El marcado aumento del riesgo entre los pacientes con coinfección tiene varias implicaciones para la política sanitaria. Primero, nuestros resultados brindan más apoyo para la vacunación contra el SARS-CoV-2 y los virus…

Ciertos patógenos orales asociados con el cáncer de esófago

Ya hemos hablado en un artículo anterior sobre qué es el microbioma oral y la importancia que tiene tanto para la salud como para las enfermedades. Como explicábamos, la alteración de este ecosistema microbiano favorece la aparición de ciertas enfermedades como puede ser la periodontitis, entre otras, por ello es fundamental conocerlo mejor y no alterarlo en exceso.

Unos investigadores de la Universidad de Kumamoto (Japón) han descubierto recientemente la implicación de una de las bacterias que forman parte de nuestro microbioma oral, la F Nucleatum, en el cáncer de esófago.

Para llegar a esta conclusión analizaron 325 muestras de pacientes con este tipo de cáncer que se habían sometido recientemente a una extirpación. El análisis determinó que el 23% de las muestras estudiadas (74 de ellas) contenían F. Nucleatum en sus tejidos. Los resultados positivos de esta bacteria se asoció a según qué etapa del tumor, pero no con el sexo, la edad, el consumo de tabaco, de alcohol o la situación del tumor. También analizaron si la presencia de este microorganismo influía en la tasa de supervivencia tras la extirpación, y comprobaron que los pacientes que habían dado positivo tenían una tasa de supervivencia significativamente más corta. También descubrieron que esta bacteria estaba relacionada con la activación de ciertas quimiocinas relacionadas con el transporte de glóbulos blancos como la CCL20 y la CXCL7, lo que según los investigadores podría influir en la agresividad del tumor.

Ya se sabía que la F. Nucleatum habita en nuestra boca y que está relacionada con la periodontitis y la aparición de diversos cánceres humanos, pero hasta el momento su relevancia en el pronóstico del cáncer de esófago está muy poco estudiada, y con este último estudio se pretende demostrar la importancia de esta bacteria en el desarrollo del cáncer y que se realicen estudios más grandes.

La importancia de la higiene oral

La mejor forma de prevenir estas patologías es llevar una higiene oral adecuada para evitar que las bacterias orales se multipliquen en la boca y generen la aparición de enfermedades orales como la piorrea o la gingivitis y por supuesto, prevenir el desarrollo de tumores en la medida de lo posible. También existen factores genéticos que determinan la mayor predisposición a padecer estos problemas, pero los factores que están en nuestra mano controlar, como el consumo de alcohol o tabaco y la higiene oral, son importantes para la prevención.

Algunos patógenos y cáncer de esófago

Los investigadores han descubierto que ciertos patógenos orales son más frecuentes en pacientes con cáncer de esófago, y podrían utilizarse como una nueva herramienta de diagnóstico, según un estudio publicado en Cáncer.

La gran mayoría de las especies bacterianas en la cavidad oral son inofensivas, pero algunas causan condiciones como gingivitis, periodontitis y abscesos. Si bien el papel de estos patógenos en la enfermedad periodontal está bien caracterizado, estudios más recientes han insinuado la participación en cánceres gástricos y esofágicos.

En el estudio actual, Machiko Kawasaki, DDS, Tokyo Medical and Dental University, Tokio, Japón, y sus colegas caracterizaron a las comunidades bacterianas orales de los pacientes con cáncer de esófago para buscar patrones asociados con el riesgo de cáncer y sentar las bases para una mayor exploración del papel de los patógenos orales en la enfermedad.

«El cáncer de oesófago es el sexto cáncer más mortífero en todo el mundo y a menudo no se detecta hasta una etapa avanzada, lo que significa que el pronóstico es generalmente pobre», dijo Kawasaki. «Complicando las cosas, los 2 subtipos principales de cáncer esofágico tienen diferentes factores de riesgo, presentaciones y tasas de incidencia en diferentes poblaciones. Por lo tanto, una mejor comprensión de las causas del cáncer de esófago podría ayudar con la detección temprana».

Para explorar las características de la comunidad bacteriana oral en pacientes con cáncer de esófago, los investigadores recogieron muestras de placa dental y saliva de 61 pacientes con cáncer de esófago y 62 controles saludables. Utilizando la reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real, examinaron el ADN extraído de las muestras de placa y saliva para determinar la abundancia de 7 patógenos periodontales comunes en la población bacteriana en su conjunto.

«Curiosamente, 5 de los 7 patógenos eran más abundantes en placa dental de pacientes [con cáncer] que los de los controles saludables», explicó Satoshi Miyake, MD, Universidad Médica y Dental de Tokio. «Por otro lado, sólo 2 de los 7 patógenos, Aggregatibacter actinomycetemcomitans y Streptococcus anginosus, fueron más abundantes en saliva de pacientes [con cáncer].»

En general, los investigadores determinaron que una mayor prevalencia de S anginosus y Tannerella forsythia en placa dental y A actinomycetemcomitans en saliva, y también el consumo de alcohol, se asociaron con un alto riesgo de cáncer de esófago.

Los resultados del estudio son una indicación emocionante del potencial diagnóstico de bacterias orales en el cáncer de esófago y podrían formar la base de futuros métodos de detección, concluyeron los investigadores.

Dámaso Escribano Médico Internista Consulta en Gijon Tfo 610996887

Asociación dosis-respuesta entre los paquetes/año cigarrillos fumados y los resultados adversos de COVID-19

La exposición acumulada al humo del cigarrillo es un factor de riesgo independiente para el ingreso hospitalario y la muerte por enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), según un estudio publicado en JAMA Internal Medicine.

En un estudio de 7.102 pacientes que dieron positivo para el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2) entre el  8 de marzo, 2020, y el 25 de agosto de 2020, aquellos que fumaban >30 años de envase ( 341) tenían una probabilidad 2,25 veces mayor de hospitalización en comparación con nunca fumadores ( 6.020), después de ajustarse por edad, raza y sexo.

Además, los pacientes que fumaban >30 años de envase tenían 1,69 veces más probabilidades de requerir ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y 1,89 veces más probabilidades de morir después de un diagnóstico COVID-19 en comparación con nunca fumadores.

En comparación con los nunca fumadores, aquellos que fumaban de 10 a 30 años de manada tenían 1,41 veces más probabilidades de requerir hospitalización, 1,55 veces más probabilidades de ser admitidos en la UCI y 1,47 veces más probabilidades de morir.

«Los hallazgos mostraron una asociación de dosis-respuesta entre los resultados de los años de envase y los resultados adversos de COVID-19», escribió Joe Zein, MD, Cleveland Clinic, Cleveland, Ohio y sus colegas, señalando que la asociación probablemente está mediada en parte por comorbilidades.

Entre los pacientes que fumaban >30 años de envase, el 85,5% tenía hipertensión, el 47,2% tenían enfermedad pulmonar obstructiva crónica o enfisema, el 43,1% tenía diabetes, el 43,1% tenía cardiopatía coronaria, el 32,3% tenía insuficiencia cardíaca, el 30,8% tenía cáncer o antecedentes de cáncer y el 22,9% tenía asma. Entre los nunca fumadores, estas tasas fueron del 37,6%, 2,6%, 16,7%, 7%, 5,8%, 9,7% y 15,7%. Nunca los fumadores tuvieron una edad media de 47,8 años en comparación con 71 años en aquellos que fumaron >30 años de envase.

«Los resultados de este estudio sugieren que la exposición acumulativa al humo del cigarrillo es un factor de riesgo independiente para el ingreso hospitalario y la muerte por COVID-19».

Dámaso Escribano Médico Internista Neumólogo Colegiado 33/3302601.