Actualización Asma en Oviedo

Jueves 3 de Octubre 19 horas en el Colegio de Médicos de Oviedo Asturias. España  el Doctor Paul O´Byrne de la Mc Master University en Hamilton Ontario. Canadá, disertó sobre acpectos actuales del Asma Bronquial.

Se refirio a lo que él llama las actuales paradojas de la enfermedad, puso un ejemplo de como en ciertas épocas del año Noviembre en Australia tras una tremenda polinización de los extensos campos la lluvia arrastra estos alergenos de la atmosfera y como en pocas horas miles de personas presentan verdaderas crisis asmáticas, aumentan las urgencias e incluso se dan muertes entre gente jóven, y esto es producto de la equivocada información que tienen los pacientes quienes llevan y usan un broncodilatador de accion corta SABA que sabemos que no protege ni evita la inflamacion aguda y mantenida de las vias aereas, cosa que si hacen los ICS corticoides inhalados.

Conocemos desde hace años la terapia SMART , el uso de la asociaciacion de ICS y LABA para prevencion del asma, el mismo fármaco que usamos como tratamiento de continuidad.

Habó del asma grave eosinofilico y los nuevos y caros tratamientos con biológicos  o anticuerpos  anti IgE ,  anti IL anti IL 13 como Omalizumab , Mepolizumab y Reslizumab y el más novedoso Benralizumab.

La  conferencia fue auspiciada por el laboratorio Astra Zeneca , lo cual se pudo constatar tanto en la presentacion y preguntas del moderador Dr. P. Casan, como del propio conferenciante.

De ahi, que parezca más interesante mesas abiertas donde el pensamiento no es único.

El mal control del asma puede suponer un coste de más de 1.700 euros al año al sistema sanitario

El mal control del asma supone un enorme impacto sobre el sistema sanitario español, con un coste medio anual de 1.726 euros, según han señalado los especialistas en neumología Javier Cruz, Francisco Javier Callejas y Marta Palop, que han participado en la XXII edición de las Jornadas de Atención Primaria de la Sociedad Castellano-Manchega de Médicos Generales y de Familia (SEMG Castilla-La Mancha).

El asma junto con la EPOC presenta un importante infradiagnóstico, a pesar de que en el primer caso exista una prevalencia entre el 4 al 10%, según la zona de España; y el segundo en torno al 10%. Asimismo, la EPOC se diagnostica incorrectamente en más del 70% de los casos, y el asma en más del 50%.

Por ello que «es fundamental lograr el control de la patología tanto para controlar los síntomas como para prevenir el riesgo futuro, siendo un objetivo fundamental evitar las exacerbaciones», según los citados especialistas.

La terapia inhalada y, en concreto, la técnica inhalatoria, supone una parte importante del manejo de estas dos enfermedades de la vía aérea. Los errores en la técnica se asocian a un mal control de la enfermedad, mayor tasa de exacerbaciones y baja adhesión al tratamiento, según explica Javier Cruz.

Durante su ponencia, titulada sobre errores críticos en terapia inhalada, ha explicado que las causas de estos errores se pueden englobar en tres categorías: el dispositivo, el paciente y el profesional sanitario.

La elección del dispositivo correcto según el perfil de paciente, las preferencias de éste y el grado de entrenamiento, instrucciones y revisiones que recibe por parte del personal sanitario, son algunas de las actuaciones a tener en cuenta a la hora de disminuir la tasa de error en la técnica inhalatoria.

«Lo primero e importante es que el personal sanitario esté formado en el uso de los distintos dispositivos, para luego transmitir al paciente mediante instrucciones verbales, escritas y demostraciones físicas, la correcta técnica inhalatoria», ha añadido.

Relacción entre Asma y ácidos grasos

Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) han participado en un estudio internacional que ha demostrado por primera vez que las alteraciones en el índice de saturación de los ácidos grasos se asocian al desarrollo del asma.

El hallazgo, publicado en Allergy, puede facilitar el diseño de nuevas estrategias terapéuticas para mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados por esta enfermedad respiratoria y reducir el gasto sanitario asociado.

En concreto, han identificado los niveles de ácidos grasos en plasma de pacientes asmáticos obesos y no obesos, así como de no asmáticos, obesos y no obesos. Los resultados demuestran que en los pacientes asmáticos no obesos la relación entre los niveles de ácidos grasos saturados e insaturados se encuentra disminuida.

«Se demuestra por primera vez que las alteraciones en el grado de saturación de los ácidos grasos circulantes en plasma se asocian al desarrollo de asma y a la gravedad de la enfermedad», ha explicado Mar Martín-Fontecha, investigadora del departamento de Química Orgánica I de la UCM y una de las autoras del estudio.

Para llegar a estas conclusiones, los científicos estudiaron la actividad de la estearoil-coenzima A desaturasa, enzima implicada en la biosíntesis de ácidos grasos monoinsaturados en pacientes a los que se había fenotipado clínicamente de manera exhaustiva.

Además, se han llevado a cabo estudios inmunológicos y bioquímicos pormenorizados en distintas muestras biológicas tomadas de los pacientes, así como determinaciones de los niveles de ácidos grasos de cadena media-larga saturados e insaturados en muestras de suero utilizando cromatografía líquida acoplada a espectrometría de masas.

En este trabajo también se ha demostrado en modelos animales y cultivos celulares que la inhibición de esta enzima se asocia con hiperreactividad bronquial y con una mayor susceptibilidad de infecciones virales, «aspectos claramente característicos y asociados al asma grave no controlado», ha apuntado Óscar Palomares, investigador del departamento de Bioquímica y Biología Molecular I y coautor del estudio.

Los investigadores de la UCM recuerdan que los pacientes con asma grave no responden de manera adecuada a la medicación convencional (corticoides inhalados o bronquiodilatadores) o requieren dosis muy elevadas de los mismos para mantener controlado su asma y que son los que presentan mayor riesgo de sufrir ataques con consecuencias potencialmente letales.

«Para estos pacientes, especialmente para aquellos caracterizados por una respuesta inmune distinta a la de tipo 2, actualmente, las alternativas terapéuticas son mínimas. Por ello, nuevas estrategias terapéuticas en asma grave son esenciales para mejorar la calidad de vida de estos pacientes, reducir el número de eventos fatales asociados al asma y reducir el gasto sanitario asociado», según Palomares.

Asma y Vitamina D

Tomar suplementos orales de vitamina D, además de la medicación habitual para el asma, podría reducir a la mitad el riesgo de ataques de asma que requieren asistencia hospitalaria, según una investigación de la Universidad Queen Mary de Londres , Reino Unido.
El asma afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo y se estima que causa casi 400.000 muertes al año. Las muertes por asma surgen principalmente durante las exacerbaciones, que son comúnmente desencadenadas por infecciones respiratorias superiores.
Se piensa que la vitamina D protege contra estos ataques aumentando respuestas inmunitarias a los virus respiratorios y amortiguando la inflamación de las vías aéreas. El nuevo estudio, financiado por el Instituto Nacional de Investigación en Salud y publicado en The Lancet Respiratory Medicine , recogió y analizó los datos individuales de 955 participantes en siete ensayos controlados aleatorios, que probaron el uso de suplementos de vitamina D.
En general, los investigadores encontraron que la suplementación de vitamina D dio lugar a una reducción del 30% en la tasa de ataques de asma que requieren tratamiento con tabletas o inyecciones de esteroides, de 0,43 eventos por persona al año a 0,30, y una reducción del 50% en el riesgo de sufrir por lo menos un ataque de asma que requiriera asistencia y/u hospitalización en los servicios de urgencias, del 6% de las personas que sufren un evento de este tipo al 3%.
La suplementación con vitamina D resultó ser segura a las dosis administradas. No se observaron casos de niveles excesivamente altos de calcio ni cálculos renales y los eventos adversos graves se distribuyeron uniformemente entre los participantes que tomaron vitamina D y los que recibieron placebo.
El investigador principal, Adrian Martineau, apunta que «estos resultados se suman a la creciente evidencia de que la vitamina D puede respaldar la función inmune, así como la salud ósea. En promedio, tres personas en Reino Unido mueren de ataques de asma todos los días. Tomar vitamina D es seguro y relativamente barato, por lo que la suplementación representa una estrategia potencialmente costo-efectiva para reducir este problema
El uso de datos individuales de los participantes del equipo también les permitió preguntarse hasta qué punto diferentes grupos responden a la suplementación con vitamina D, con más detalle que los estudios anteriores. En particular, detectaron que la suplementación con vitamina D tenía un efecto protector fuerte y estadísticamente significativo en los participantes que presentaban bajos niveles de vitamina D al inicio. Estos participantes vieron una reducción del 55% en la tasa de exacerbaciones de asma que requieren tratamiento con tabletas o inyecciones de esteroides, de 0,42 eventos por persona por año a 0,19.
Sin embargo, debido a un número relativamente pequeño de pacientes dentro de los subgrupos, los investigadores advierten que no encontraron evidencia definitiva para demostrar que los efectos de la suplementación con vitamina D difieren según el estado basal de la vitamina D.

Asma : Dieta y ejercicio

Las personas no obesas con asma podrían reducir sus síntomas y mejorar su calidad de vida a través de la dieta y el ejercicio, según una investigación presentada en el Congreso Internacional de la Sociedad Respiratoria Europea 2017.

El estudio asignó aleatoriamente a 149 pacientes con asma a uno de cuatro grupos. A un grupo se le pidió que siguiera un índice glicémico de alto valor proteínico (IG) y que tuviera al menos seis porciones de frutas y verduras al día. Otro grupo participó en clases de ejercicio tres veces a la semana. El tercer grupo tomó parte en las clases de ejercicio y siguió la dieta, mientras que el grupo control restante no hizo ninguno.

Al final del estudio, los investigadores encontraron que no sólo el entrenamiento de alta intensidad era seguro, sino que la combinación de dieta y ejercicio también mejoró el control de los síntomas y la calidad de vida, además de mejorar la condición física. En promedio, los que participaron en el ejercicio y siguieron la dieta calificaron su puntaje de síntomas de asma 50 por ciento mejor en comparación con el grupo de control. Los pacientes que sólo siguieron el programa de ejercicio o el programa de dieta en promedio clasificó su puntaje de síntomas de asma 30 por ciento mejor en comparación con el grupo de control, pero este resultado no alcanzó significación estadística.

El tratamiento del asma reduce a la mitad el riesgo de Párkinson

Pero el de la hipertensión lo duplica.

Investigadores de la University of Bergen (Noruega) han analizado el impacto que puede tener el tratamiento de diferentes enfermedades en el desarrollo de la enfermedad de Parkinson y han visto que, mientras que la medicación contra el asma reduce a la mitad el riesgo de desarrollar esta patología neurodegenerativa, la de la hipertensión lo duplica.

Así se desprende de los resultados publicados en la revista “Science” tras analizar los registros de prescripción de medicamentos de Noruega desde 2004, incluyendo un total de 100 millones de recetas y unos mil medicamentos.
De ese modo, vieron que el tratamiento farmacológico del Parkinson se relacionaba con un mayor número de prescripciones de tratamientos para el asma y la presión arterial alta, lo que llevó a los investigadores a ver una posible conexión entre estos medicamentos y la enfermedad.
El análisis noruego se produce después de que investigadores de la Harvard University (Estados Unidos), que también colaboraron en el estudio, ya observaran los efectos opuestos de ambos tratamientos en investigaciones con animales y en modelos celulares.
Hemos analizado datos de la población noruega y hemos obtenido los mismos resultados», según ha explicado Trond Riise, autor de la investigación, que cree que se puede abrir una nueva vía de tratamiento para el Parkinson al tiempo que se mejora el seguimiento de los pacientes que podrían tener más riesgo de desarrollarlo.

Control del asma y fertilidad

Las mujeres con asma son más propensas a tener éxito con un tratamiento de fertilidad antes de dar a luz que las mujeres no asmáticas, según una nueva investigación presentada hoy (12 de septiembre de 2017) en el Congreso Internacional de la Sociedad Europea de la Respiratoria.

Entre 744 mujeres embarazadas asmáticas inscritas en el programa de manejo del asma durante el embarazo en el Hospital Hvidovre, Dinamarca, y que dieron a luz entre 2007 y 2013, el 12% recibieron tratamiento de fertilidad en comparación con el 7% de las 2.136 no asmáticas grupo de control. Aunque el estudio no demuestra que el asma reduce la fertilidad, los investigadores dicen que sugiere que mejorar el control del asma podría ayudar a las mujeres a quedar embarazadas con más facilidad.

La profesora Charlotte Suppli Ulrik, del Departamento de Medicina Respiratoria del Hospital Hvidovre, quien supervisó el estudio, dijo: «No tenemos la evidencia más clara pero basándonos en lo que sabemos, parece muy probable que un buen control del asma mejorar la fertilidad en las mujeres con asma, reduciendo el tiempo que tarda en quedar embarazada y, por lo tanto, la necesidad de un tratamiento de fertilidad.

«Sin embargo, cuando se trata de la fertilidad para las mujeres, la edad es un factor crucial, por lo que el mensaje, especialmente para las mujeres con asma, es no esperar demasiado tiempo, ya que podría reducir sus posibilidades de tener hijos

 

 

Los suplementos de omega-3 pueden prevenir el asma infantil (NEJM)

Hasta un 50% menos de riesgo de asma.

Tomar ciertos suplementos de ácidos grasos omega-3 durante el embarazo puede reducir el riesgo de asma infantil en casi un tercio, según concluye un nuevo estudio de análisis prospectivos de Copenhague (Dinamarca) sobre el asma en la infancia (COPSAC) y la University of Waterloo, en Canadá.

El estudio, publicado en «New England Journal of Medicine», encontró que las mujeres a quienes se les prescribieron 2,4 gramos de suplementos de omega-3 de cadena larga durante el tercer trimestre del embarazo redujeron el riesgo de asma de sus hijos en un 31%. Los ácidos grasos omega-3 de cadena larga, que incluyen el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), se encuentran en peces de agua fría, y son clave para la regulación de la respuesta inmune humana.

«Sospechamos había un vínculo entre las propiedades anti-inflamatorias de las grasas omega-3 de cadena larga, la baja ingesta de omega-3 en las dietas occidentales y el aumento de las tasas de asma infantil», dice el Prof. Hans Bisgaard, de COPSAC en el Rigshospitalet de Copenhague. «Este estudio demuestra que están definitivamente y significativamente relacionados», afirma.

El análisis utilizó rápidas técnicas analíticas desarrolladas y realizadas en la University of Waterloo para medir los niveles de EPA y DHA en la sangre de mujeres embarazadas. La University of Waterloo es uno de los pocos laboratorios disponibles en el mundo para realizar estas pruebas.

«Medir los niveles de ácidos grasos omega-3 en la sangre proporciona una evaluación precisa del estado de nutrientes -apunta el Prof. Ken Stark, catedrático de Investigación en Nutrición Lipidómica y profesor de la Facultad de Ciencias Aplicadas de la Salud de Waterloo–. Nuestros laboratorios están especialmente equipados para medir ácidos grasos de forma rápida, extremadamente precisa y de una manera rentable».

Las pruebas también revelaron que las mujeres con niveles bajos en sangre de EPA y DHA al principio del estudio se beneficiaron más de los suplementos. En el caso de estas mujeres, se redujo el riesgo relativo de sus hijos de desarrollar asma en un 54%.

«La proporción de mujeres con EPA y DHA bajos en su sangre es aún mayor en Canadá y Estados Unidos en comparación con Dinamarca, por lo que esperamos una reducción aún mayor del riesgo entre las poblaciones de América del Norte», apunta el Prof. Stark. «Debe considerarse una defensa de primera línea identificar a estas mujeres y proporcionarles suplementos para reducir y prevenir el asma infantil», añade.

Los investigadores analizaron muestras de sangre de 695 mujeres danesas a las 24 semanas de gestación y una semana después del parto. A continuación, supervisaron el estado de salud de cada niño participante durante cinco años, que es la edad a la que se pueden establecer clínicamente los síntomas del asma.

«El asma y los trastornos sibilantes se han más que duplicado en los países occidentales en las últimas décadas -alerta el Prof. Bisgaard–. Ahora tenemos una medida preventiva para ayudar a reducir esos números». Actualmente, uno de cada cinco niños pequeños sufre de asma o un trastorno relacionado antes de la edad escolar.

La carne procesada puede empeorar los síntomas del asma (Thorax)

Por ejemplo, salchichas, jamón o salami.

Un estudio llevado a cabo por investigadores franceses, en el que han participado unas 1.000 personas, ha puesto de manifiesto que comer carne procesada, como por ejemplo salchichas, jamón o salami, puede empeorar los síntomas del asma.

Para alcanzar esta conclusión, publicada en la revista «Thorax», los investigadores analizaron la dificultad para respirar, sibilancias y opresión en el pecho de un grupo de pacientes con asma y otro de personas sin antecedentes de enfermedad.

A todos ellos se les ofreció dos lonchas de jamón, otras dos de salami y una salchicha. En este sentido, los asmáticos sufrieron un empeoramiento de sus síntomas pulmonares, especialmente aquellos que tomaron más de cuatro porciones de estos alimentos durante la semana.

Por todo ello, los investigadores han destacado la importancia de no comer más de 70 gramos de carne roja y procesada al día, especialmente los pacientes con asma, si bien han reconocido que su investigación no es concluyente porque pueden haber otros factores que empeoren los síntomas asmáticos.

«A pesar de que algunos alimentos pueden desencadenar alergias en algunas personas, no hay asesoramiento dietético específico para controlar los síntomas generales del asma, si bien es importante que tanto estos pacientes como la población general se conciencien en la importancia de reducir el consumo de estos alimentos y seguir una dieta equilibrada en la que se incluyan alimentos frescos y bajos en grasas saturadas, azúcar y sal», aseguran los investigadores.