La contaminación del aire aumenta los casos de asma infantil

La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) advierte del grave peligro que supone la contaminación del aire, que se agrava con la ausencia de lluvias, para el desarrollo de alergias respiratorias o asma en niños, así como su exacerbación.

Según informa el coordinador del Grupo de Trabajo de Alergia Respiratoria y Asma de la sociedad, Luis Moral, «se ha comprobado que está asociada a una agravamiento de las alergias y del asma, a mayor número de bronquiolitis y a un incremento de la predisposición a desarrollar infecciones virales».

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 93% de la población infantil en todo el mundo está expuesta a niveles de partículas finas más altos de lo permitido. Ante esta situación, la SEICAP recomienda aplicar políticas efectivas que permitan reducir la exposición de los niños a la polución del aire y, por tanto, frenar el desarrollo del asma en la población infantil.

Aproximadamente 630 millones menores de 5 años están expuestos a niveles de contaminación por encima de las pautas de calidad del aire establecidas por la OMS. Además, más de una de cada cuatro muertes de este sector de población está directa o indirectamente relacionada con los riesgos ambientales, según datos de la organización. Por este motivo, para el citado especialista «es importante que las autoridades tomen conciencia del problema pues, además de provocar muertes prematuras, supone un empeoramiento para la calidad de vida, sobre todo de los niños».

En España, en base a las estimaciones de la Escuela Nacional de Sanidad, la polución ha causado la muerte de 93.000 personas en una década. Incluso se están estudiando sus efectos en el embarazo, al respecto, la investigación del Instituto de Salud Carlos III concluye que alrededor del 1,35% de los partos prematuros que se produjeron en España entre 2001 y 2009 se atribuyen a la contaminación del aire.

Un estudio publicado en Environment International concluye que la exposición temprana a la contaminación del aire por dióxido de nitrógeno (NO2) puede tener efectos a largo plazo en la función pulmonar, lo que podría afectar a la salud respiratoria durante toda la vida.

La exposición a contaminantes como el carbón negro, el NO2, y partículas en suspensión (PM), está vinculada al desarrollo de asma en niños, probablemente por la generación de estrés oxidativo y la inflamación de las vías respiratorias, según detalla la OMS en su último informe.

Se ha comprobado, además, que «exacerba los casos de asma, sus síntomas y la dificultad para respirar, lo que hace aumentar el número de visitas a urgencias pediátricas y de ingresos por crisis asmáticas», apunta el especialista. En este sentido, el cambio climático «conlleva cada vez períodos más largos sin lluvias, lo que afecta también a la calidad del aire y provoca mayores síntomas respiratorios, sobre todo en los niños», advierte.

La contaminación del aire en el hogar y fuera del hogar causa más del 50% de las infecciones respiratorias bajas agudas en países de rentas bajas y medias, según datos de la OMS.

Los niños son más vulnerables que los adultos a sufrir las consecuencias de la exposición a contaminantes atmosféricos, puesto que «tienen las vías respiratorias más estrechas, pasan más tiempo al aire libre haciendo actividades físicas y respiran por la boca con más frecuencia», lo que hace que respiren más contaminantes del aire sin filtrar, indica Moral.

Las principales fuentes contaminantes en entornos urbanos «proceden de la combustión de combustibles fósiles para la producción de energía, el transporte, la cocina residencial, la calefacción y la incineración de desechos», concreta Moral.

El problema, según advierten en SEICAP, es que las cifras de emisiones no descienden. Las últimas publicadas por la Agencia Europea de Medio Ambiente apuntan a un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, sobre todo por el transporte. En este sentido, España es el país de la Unión Europea en el que más se han incrementado hasta 2015.

Para paliar el problema, la SEICAP considera necesarias nuevas políticas, ya que según la entidad, se ha comprobado que las disminuciones en los niveles de contaminación ambiental se asocian con una disminución significativa de los síntomas de bronquitis en niños y, por tanto, mejora el control del asma. Así mismo, «las mejoras a largo plazo en la calidad del aire se asocian con efectos positivos sobre el crecimiento de la función pulmonar en la población infantil», indica el especialista.

La contaminación incrementa el riesgo de cáncer, infertilidad, patologías neurológicas, ansiedad o depresión

Niños, adolescentes y mayores son los principales grupos de riesgo.

La contaminación incrementa el riesgo de cáncer, infertilidad, patologías neurológicas, procesos alérgicos, enfermedades autoinmunes, ansiedad o depresión, según ha informado el jefe de Endocrinología y Nutrición del Hospital San Francisco de Asís de Madrid, Alberto García Valdés.

«Una buena salud depende en gran parte de un sistema inmune fuerte, que es quien tiene la capacidad para proteger al organismo frente a las enfermedades. Entre los factores que pueden alterar las defensas inmunitarias está la exposición mantenida a un aire contaminado, que altera la capacidad reactiva celular y humoral del organismo», ha argumentado el experto.

La contaminación afecta a todos los seres vivos, tanto a plantas como a animales y seres humanos. En este sentido, el experto ha avisado de que la mala calidad del aire respirado puede ocasionar en España hasta 15.000 muertes prematuras cada año, especialmente en el caso de los niños, adolescentes y mayores de 60 o 70 años.

En concreto, en el caso de las enfermedades respiratorias, el asma es mucho más frecuente en niños que viven en ambientes contaminados y en personas mayores aumenta la incidencia de EPOC, enfermedades cardíacas y arteriosclerosis. Además, los niños con un sistema inmunológico en pleno desarrollo son más susceptibles a sufrir alergias respiratorias, igual que las personas de edad avanzada, con otras enfermedades asociadas y los sistemas de defensa más debilitados.

Respecto a las mujeres embarazadas expuestas a altos niveles de contaminación ambiental, García Valdés ha avisado de que tienen más posibilidades de tener hijos con bajo peso al nacer. Y es que, diversos estudios internacionales concluyen que el número de niños con menos de 2,5 kilogramos al nacer es mayor en los lugares más contaminados, lo que incluye consecuencias graves para su salud, con aumento de enfermedades y de mortalidad perinatal.

Otros informes inciden en mayor incidencia de hipertensión gestaciones, elevando el riesgo de cesáreas y de parto prematuro en mujeres que viven en zonas de alta contaminación del aire.

Olores, detergentes, bactericidas y alergias

Productos para el hogar llenos de aditivos que incluyen fragancias son perjudiciales para la salud y el medio ambiente.
Oler a limpio, la no presencia de bacterias se han vuelto obsesiones colectivas. Consecuencias del bombo de la comercialización de productos para el hogar, que están lejos de ser una solución para el medio ambiente limpio y saludable. Una encuesta de 60 millones de consumidores, publicado en Francia habla de la inutilidad de bactericidas, conservantes y otras fragancias en los productos más comunes de la casa. Sustancias que pueden ser alergénicas, irritantes, corrosivos y / o peligrosos para el medio ambiente y la salud y que no mejoran su eficiencia.

“Lo limpio no huele”

El marketing olfativo ha logrado cambiar el inconsciente colectivo. Para una gran mayoría de la población, el característico olor del olor químico se convirtió  equivalente a  productos para el hogar. Una multitud de desodorantes creció: “Sin embargo, la limpieza no huele,” dice la Dra. Suzanne Déoux, directora de la oficina de los estudios Médieco empresa de ingeniería y construcción de la salud.
Se ha establecido casi un efecto pavloviano . “En un cuarto de juegos si no huele el desinfectante  de pino, los padres pondrían en duda la eficacia de los productos de limpieza y el bienestar de sus hijos”- Debe ocurrir, un gran cambio cultural dice ella. Lo cual se antoja  difícil porque el  olfato está estrechamente ligado a las emociones.
Sin embargo, el  cambio de hábitos parece esencial para los resultados de los estudios de la contaminación del aire. “Con el tipo de productos que se utilizan en un hogar que denuncia la investigación de 60 millones de consumidores, hay siete veces más compuestos orgánicos volátiles irritantes y alérgenos en el aire”, dice Suzanne Déoux.

Limoneno (responsable del olor a limón) y alfa-pineno (olor a pino) son parte de estas moléculas volátiles. Pudiendo en la exposición repetida,  producir broncoespasmo (reducción del diámetro de los bronquios semejante a un ataque de asma) y promover las alergias en los sujetos predispuestos.

Fobia innecesaria a las bacterias

El marketing también puede desarrollar una  la ola de fobia a los gérmenes utilizando consignas cada vez más alarmistas. 60 millones de consumidores recordaron que la Agencia Nacional de Seguridad de la Salud no considera a los  detergentes bactericidas útiles para el uso doméstico.
Déoux Suzanne explica que un simple  detergente es suficiente para limpiar eficazmente sla casa. Este tipo de producto contiene una molécula tensioactiva que quita la suciedad y se suspende en agua y elimina la suciedad y el 90% de las bacterias, que luego se eliminan por aclarado. Sin embargo, no hay necesidad de bactericidas, es decir productos para matar las bacterias como antibacterianos y blanqueadores ” Hay que dejar de usar la lejía, incluso en el baño. esto va a evitar la muerte de las bacterias beneficiosas en las plantas de tratamiento de aguas residuales “, dice Suzanne Deoux.

Eliminar todas las bacterias es perjudicial. Esto promueve el desarrollo de las bacterias más resistentes y la aparición de alergias. Ludivine Ferrer, portavoz de la Asociación de Salud de medio ambiente, dijo que los resultados de un estudio publicado en Science en 2015: “Los niños en las granjas estadounidenses son mucho menos alérgicos que los niños que viven en hogares desinfectados.” Comportamientos como  ventilar el interior, limpiar con un detergente simple y lavarse las manos para prevenir la transmisión de bacterias parece ser un compromiso suficiente.