El tratamiento del cáncer de pulmón lo llevan a cabo cirujanos torácicos, neumólogos, oncólogos médicos, radioterapeutas, radiólogos, anatomopatólogos, pero la «cirugía continúa siendo el método que presenta una mayor tasa de curación», teniendo en cuenta que el tipo de tumor, estadio y situación clínica lo permitan, según ha declarado Francisco Javier García Tirado, especialista en cirugía torácica de HLA Montpellier.
tabaquismo
Diseñan una nueva pastilla para ayudar a los fumadores a dejar el tabaco
Elimina el acetaldehído, un compuesto de los cigarrillos que desempeña un papel clave en la adicción al tabaco.
Investigadores de la compañía finlandesa Biohit Oyj han desarrollado una nueva pastilla para dejar de fumar que contiene el aminoácido L-cisteína y que, según los últimos estudios publicados en la revista “Anticancer Research”, es segura y eficaz para abandonar el tabaquismo.
El aminoácido que contiene elimina el acetaldehído, un compuesto de los cigarrillos que se cree que desempeña un papel clave en la adicción al tabaco mediante la mejora de las respuestas del cerebro a la nicotina.
El equipo de investigación reclutó a cerca de 2.000 fumadores a los que dividió al azar en dos grupos. Mientras unos tuvieron que tomar una pastilla con cada cigarrillo durante seis meses, la otra mitad usaron en su lugar placebo.
Todos completaron un diario digital en el que tenían que precisar cuántos cigarrillos fumaban al día y el tiempo que dedicaban a cada uno.
En total, 753 personas siguieron todas las pautas que establecían los investigadores, mientras que 944 lo hicieron durante la mayor parte del tiempo.
A los seis meses, un total de 331 personas que terminaron el estudio habían dejado de fumar, 181 (18,2%) que tomaron la pastilla con L-cisteína y 150 (15%) que recibieron placebo.
Pero entre los que siguieron rigurosamente todas las instrucciones, 170 (45,3%) de los que usaron este compuesto han dejado de fumar, frente a los 134 (35,4%) del grupo control.
Los cambios en la sensación producida por el tabaco al fumar fueron motivo suficiente para dejar de fumar. Además, sólo un 6% de los fumadores presentaron algún tipo de efecto adverso, sin detallar cuáles.
El investigador Scott Sherman, del NYU Langone Medical Center de Nueva York (Estados Unidos), ha celebrado este «prometedor» avance pero admite que este fármaco aun no está listo para su comercialización indiscriminada, ya que su eficacia aún no ha sido comparada con otros tratamientos de deshabituación tabáquica.
Por su parte, la directora de la Augusta University’s Tobacco Control Initiative en Georgia, Martha Tingen, también ha observado ciertas limitaciones en el estudio, como el hecho de que un tercio de los voluntarios en el estudio no participó finalmente en él. Asimismo, tampoco se hicieron pruebas para constatar que los participantes dejaran realmente de fumar.
A vueltas con la clasificación de la EPOC
Esta enfermedad se caracteriza mejor por un espectro continuo de manifestaciones que pueden coexistir en la misma persona.
Un gran estudio con múltiples cohortes cuestiona la clasificación de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en subgrupos definidos y excluyentes entre sí, teniendo en cuenta que esta enfermedad se caracteriza mejor por un espectro continuo de manifestaciones que pueden coexistir en la misma persona.
La investigación, liderada por ISGlobal y publicada en la revista “Thorax”, afirma que la EPOC es una enfermedad heterogénea y existe poco consenso sobre la existencia y definición de subtipos diferentes de la enfermedad.
Varios grupos han intentado usar algoritmos para agrupar casos en grupos más homogéneos según una serie de parámetros clínicos, y la reproducibilidad de dicha clasificación ha sido relativamente baja, lo cual cuestiona que este tipo de investigación pueda aplicarse al manejo clínico de la enfermedad a corto plazo.
El objetivo de este estudio, el mayor realizado a la fecha, fue determinar si los subtipos de EPOC son reproducibles en diferentes poblaciones de pacientes, y para ello se analizaron más de 17.000 personas con EPOC, usando el mismo algoritmo y las mismas características clínicas para las diferentes cohortes.
«Esto quiere decir que la heterogeneidad fenotípica de la EPOC se explica mejor si se toman en cuenta las manifestaciones individuales que si intentamos clasificar a los pacientes en grupos bien definidos», ha explicado la coordinadora del estudio, Judith Garcia-Aymerich.
«Nuestros resultados ponen en duda que los estudios individuales que clasifican la enfermedad en subgrupos definidos puedan interpretarse de manera inmediata en términos de diferentes causas y tratamientos para cada subgrupo», ha añadido.
Cáncer de pulmón: biomarcador nasal
Los resultados, que se publican en la edición digital de “Journal of the National Cancer Institute”, permitirá a los médicos identificar con confianza a los pacientes que tienen una baja probabilidad de padecer cáncer de pulmón, lo que evitará la realización de procedimientos costosos y de riesgo.
La evaluación diagnóstica del cáncer de pulmón entre fumadores de alto riesgo y exfumadores con lesiones detectadas en la imagen torácica (tomografía computarizada o TC) representa un reto clínico cada vez mayor, dadas las recomendaciones clínicas actuales para el cribado de rutina de fumadores de alto riesgo.
Aunque existen pautas para el manejo de los nódulos pulmonares, se realizan con frecuencia innecesarios e invasivos procedimientos de seguimiento (incluida la biopsia pulmonar quirúrgica) en pacientes que son diagnosticados con enfermedad benigna en última instancia.
“Nuestro equipo derivó previamente y validó un biomarcador de expresión génica epitelial bronquial para detectar el cáncer de pulmón en fumadores actuales y exfumadores. Esta innovación, disponible desde 2015 como ‘Percepta Bronchial Genomic Classifier’, está mejorando de forma perceptible el diagnóstico de cáncer de pulmón”, subraya el autor Avrum Spira, profesor de Medicina, Patología y Bioinformática en BUSM.
“Dado que las expresiones de los genes epiteliales bronquiales y nasales se alteran de manera similar mediante la exposición al humo del cigarrillo, se buscó determinar en este estudio si la expresión génica asociada al cáncer también podría detectarse en el epitelio nasal más fácilmente accesible”, añade.
Después de examinar las muestras epiteliales nasales de fumadores actuales y exfumadores que se someten a una evaluación diagnóstica de lesiones pulmonares sospechosas de cáncer de pulmón, los científicos determinaron que el campo epitelial de las vías respiratorias nasales de lesión pulmonar asociada al cáncer de pulmón se extiende a la nariz y tiene el potencial de ser un biomarcador no invasivo para la detección del cáncer de pulmón.
“Hay una clara y creciente necesidad de desarrollar enfoques diagnósticos adicionales para evaluar las lesiones pulmonares con el fin de determinar qué pacientes deben someterse a la vigilancia por TC o biopsia invasiva. La capacidad de probar los cambios moleculares en este ‘campo de lesión’ nos permite descartar la enfermedad antes sin procedimientos invasivos”, agrega Spira, quien también es director del Centro de Cáncer BU-BMC y neumólogo en el Boston Medical Center (BMC).
“Nuestros hallazgos demuestran claramente la existencia de un campo en las vías aéreas de lesión asociada al cáncer que también se puede medir en el epitelio nasal”, señala el coautor principal Marc Lenburg, profesor de Medicina en BUSM. “Encontramos que la expresión génica nasal contiene información sobre la presencia de cáncer que es independiente de los factores de riesgo clínicos estándar, lo que sugiere que la expresión génica del epitelio nasal puede ayudar en la detección del cáncer de pulmón. Además, pueden recogerse muestras nasales de forma no invasiva con poca instrumentación o entrenamiento avanzado”, concluye.
Prevalencia, conocimiento y actitudes acerca del consumo de tabaco en los miembros de SEPAR
Los objetivos del estudio son estimar la prevalencia del hábito tabáquico entre los socios y las actitudes e intervenciones sobre tabaquismo que realizan los miembros SEPAR ante sus pacientes.
Se realizó una encuesta on line, a la que respondieron 640 socios (496 neumólogos, 45 enfermeras, 34 cirujanos torácicos, 37 fisioterapeutas y 28 profesionales de otras especialidades). El 5% de los socios encuestados confiesan ser fumadores: neumólogos 3,4%; enfermería 8,9%; cirujanos torácicos 8,8%; fisioterapeutas 13,5%.
El 96% de los socios dan mucha o bastante importancia a la función modélica. El 98% de los socios preguntan siempre o a menudo a sus pacientes sobre el consumo de tabaco. La intervención más eficaz para tratar el tabaquismo para un 77% de los socios es el uso de fármacos, combinado con soporte psicológico.
Estos resultados son un exponente de la firme sensibilización e implicación que los miembros SEPAR tienen frente al tabaquismo.
Más del 40 por ciento de los pacientes con EPOC sigue fumando
El tabaquismo está considerado como una enfermedad crónica, de carácter adictivo y recidivante que conlleva graves consecuencias para salud. Así, el tabaco es responsable de aproximadamente 56.000 muertes anuales en España, principalmente por cáncer, enfermedad cardiovascular y por enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). “Dejar de fumar es la decisión más saludable que se puede tomar en cualquier momento de la vida”, afirma Juan Antonio Riesco, coordinador del Año Separ 2016 de la EPOC y el tabaco. “Esta decisión, cuya motivación es diferente para cada fumador, debe ir acompañada de la ayuda de los profesionales sanitarios para incrementar sus posibilidades de éxito”.
![]() Juan Antonio Riesco. |
Se calcula que hasta el 70 por ciento de los fumadores desean dejar de fumar, y de estos solo un 18 por ciento (no más de dos de cada diez fumadores) pide ayuda profesional para dejar de fumar. De cada 100 fumadores que realizan un intento de abandono por sí mismos, solo un cinco por ciento lo consigue, pero si este intento se acompaña de la adecuada valoración diagnóstica y terapéutica de un profesional, las posibilidades de éxito pueden multiplicarse por diez.
En el caso de las personas con enfermedades respiratorias crónicas y especialmente para los pacientes con EPOC, dejar de fumar debe ser una decisión prioritaria pues es fundamental para frenar el deterioro de su función pulmonar y mantener su calidad de vida. Sin embargo, estudios diseñados para ver la evaluación de tratamientos farmacológicos en la EPOC constatan la elevada prevalencia del tabaquismo en pacientes ya diagnosticados de EPOC, y que oscila entre el 38 y el 77 por ciento.
Una de las causas de que el hábito tabáquico persista a pesar de la enfermedad pulmonar es, según explica Riesco, las peculiaridades que muestran los pacientes con EPOC como fumadores: “Consumen mayor número de cigarrillos, realizan una calada más profunda y retienen más el humo, tienen mayor dependencia del tabaco y menor grado de motivación para abandonar el hábito tabáquico, todo ello acompañado por un estado de ánimo más deprimido y con una autoestima más baja”.
Por eso resulta útil diferenciar entre dos tipos de pacientes: aquellos con diagnóstico reciente de EPOC, que tienen mayor grado de motivación y que podrán responder mejor a tratamientos convencionales, y los pacientes con diagnóstico antiguo de EPOC, amplio historial de recaídas, muy bajos niveles de autoeficacia, gran desconfianza, frustración y desánimo, elevada presión interna y externa y que se muestran reacios a nuevos intentos. “Este grupo necesita un nivel de intervención más intensivo y la necesaria mediación de expertos en tabaquismo, y si es preciso acudir a unidades especializadas en tabaquismo”, recuerda Riesco.
Otro posible freno de los fumadores en general, y especialmente de los pacientes con EPOC que persisten en su hábito, es la financiación de los tratamientos de deshabituación tabáquica. El apoyo a la deshabituación tabáquica solo se realiza de forma puntual y esporádica en algunos programas sanitarios de algunas comunidades autónomas. El Sistema Nacional de Salud no promociona la asistencia sanitaria a los fumadores para ayudarles a dejar de fumar ni financia los tratamientos del tabaquismo y los fármacos de primera elección no son gratuitos.
Sin embargo, la financiación de los tratamientos para dejar de fumar aunque solo fuera en pacientes con EPOC supondría un importante ahorro en el presupuesto sanitario. Según el estudio Budgetary impact analysis on funding smoking-cessation drugs in patients with COPD in Spain, llevado a cabo por Separ, un mayor número de fumadores con EPOC dejaría el tabaco y se produciría un importante ahorro económico del gasto social y sanitario, cuya estimación a los cinco años superaría los cuatro millones de euros.
LAS ENFERMEDADES RESPIRATORIAS EN ESPAÑA
Entre las enfermedades respiratorias más comunes en España “están el asma, que afecta a más de 3 millones de españoles, la EPOC, que afecta a 1,5 millones, la apnea del sueño, entre 1,5 y 2 millones, y el tabaquismo, que afecta a unos 10 millones de españoles, con una edad de comienzo en el hábito de 13 años”, aseguran desde SEPAR.
En este mismo sentido, en España se diagnostican “unos 20.000 casos anuales de cáncer de pulmón, lo que representa el 18,4% de los tumores entre los hombres (18.000 casos) y el 3,2% entre las mujeres (2.000 casos). Estas cifras de prevalencia explican por sí solas la relevancia de la neumología y la cirugía torácica”.
De esta forma, según los últimos datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) referidos a 2013, las enfermedades respiratorias se sitúan en el tercer lugar como causa de muerte. Así, se afrontan retos importantes en España como la lucha contra el tabaquismo, el diagnóstico de la EPOC y la apnea del sueño o el control del asma.
A todos estos factores, se abre otro frente en el que combatir: el cuidado del medio ambiente, un factor determinante en la salud respiratoria. En marzo de 2014, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertaba que la contaminación del aire, que incluye contaminantes como el material particulado, el ozono, el dióxido de nitrógeno o el dióxido de azufre, causa anualmente 3,7 millones muertes prematuras en todo el mundo.
LAS ENFERMEDADES RESPIRATORIAS EN ESPAÑA
Entre las enfermedades respiratorias más comunes en España “están el asma, que afecta a más de 3 millones de españoles, la EPOC, que afecta a 1,5 millones, la apnea del sueño, entre 1,5 y 2 millones, y el tabaquismo, que afecta a unos 10 millones de españoles, con una edad de comienzo en el hábito de 13 años”, aseguran desde SEPAR.
En este mismo sentido, en España se diagnostican “unos 20.000 casos anuales de cáncer de pulmón, lo que representa el 18,4% de los tumores entre los hombres (18.000 casos) y el 3,2% entre las mujeres (2.000 casos). Estas cifras de prevalencia explican por sí solas la relevancia de la neumología y la cirugía torácica”.
De esta forma, según los últimos datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) referidos a 2013, las enfermedades respiratorias se sitúan en el tercer lugar como causa de muerte. Así, se afrontan retos importantes en España como la lucha contra el tabaquismo, el diagnóstico de la EPOC y la apnea del sueño o el control del asma.
A todos estos factores, se abre otro frente en el que combatir: el cuidado del medio ambiente, un factor determinante en la salud respiratoria. En marzo de 2014, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertaba que la contaminación del aire, que incluye contaminantes como el material particulado, el ozono, el dióxido de nitrógeno o el dióxido de azufre, causa anualmente 3,7 millones muertes prematuras en todo el mundo.
EPOC y Tabaco un problema en Neumología
Actualmente, la EPOC constituye un problema de salud pública de alta magnitud debido al alto impacto en la morbimortalidad de los sujetos que la padecen: los estudios epidemiológicos ponen de manifiesto unas perspectivas de crecimiento de la prevalencia para los próximos años a nivel mundial. En España, se sabe que aproximadamente 18.000 personas mueren al año por esta enfermedad, que también origina un elevado coste social y sanitario.
Por otra parte, el estudio «EPI-SCAN»5 estima que, actualmente, entre los 21,4 millones de españoles con una edad entre 40 y 80 años, hay 2.185.764 que presentan EPOC (10,2%). Por sexos, las cifras corresponden a 1.571.868 varones y 628.102 mujeres. En este mismo estudio se estima que el 73% de la población aún no está diagnosticada, es decir, aproximadamente 1.600.000 sujetos no sabe que padece esta enfermedad y, por tanto, no recibe ningún tratamiento para la misma.
Otro importante problema con el que nos encontramos los neumólogos y resto de profesionales sanitarios que abordan esta entidad deriva del escaso conocimiento de la misma: el estudio «Conocepoc», cuyo objetivo fue determinar el nivel de conocimiento en España sobre la EPOC, refería que solo el 17% de la población describía conocer espontáneamente el significado de la siglas de esta enfermedad.
Nos encontramos, por tanto, con un importante problema: la ausencia de su conocimiento puede explicar la desproporción entre la magnitud del problema y el bajo impacto en la opinión pública, lo que puede ayudar a entender esas cifras de infradiagnóstico mencionadas anteriormente, además de los escasos recursos asistenciales y de investigación asignados a la misma. Como hemos dicho anteriormente, casi el 90% de esta enfermedad tiene su origen en el consumo de tabaco. El tabaquismo está considerado como una enfermedad adictiva y crónica, que constituye en sí misma un problema importante de salud pública, y que, actualmente, ocasiona importantes cifras de morbimortalidad en la población. El impacto social del tabaquismo en los últimos años ha quedado bien patente a través de los esfuerzos de las administraciones por sensibilizar e informar a la sociedad, y crear un marco legislativo que ayude en las medidas de prevención y de reducción de sus tasas de prevalencia.
La búsqueda de soluciones a estos problemas ha dado lugar a que SEPAR, a través de sus órganos de gobierno, considerara adecuado y prioritario que el Año SEPAR 2015-16 fuese el «Año EPOC-Tabaco». Los objetivos que se han propuesto desde el Comité Organizador del mismo son: Incrementar la sensibilización y el conocimiento de la población general española de la EPOC, colaborar en la reducción del infradiagnóstico de la EPOC, promocionar el papel de la neumología en el control de la EPOC y del tabaquismo.