Silvia Sánchez-Cuéllar, coordinadora del Grupo de Trabajo de Asma de la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica (Neuromadrid), ha señalado que se estima que la adherencia al tratamiento en pacientes con asma no supera el 50%, por lo que considera «fundamental» aumentar esta cifra para un mejor control de la enfermedad.
Aprovechando la celebración del Día Mundial del Asma, celebrado el pasado 1 de mayo, Neuromadrid se ha adherido un año más a la campaña anual de la Iniciativa Mundial Contra el Asma (GINA), que este año tuvo como lema “Nunca es demasiado pronto, nunca es demasiado tarde”, para sensibilizar tanto a los pacientes como a los profesionales sanitarios de que «siempre es el momento adecuado» para abordar y controlar una enfermedad que afecta a las vías respiratorias.
Esta especialista ha explicado que en la baja adherencia de las terapias contra el asma entran en juego tres tipos de pacientes. El primero de ellos es el paciente con un incumplimiento errático (olvidar tomar la medicación); el segundo presenta un incumplimiento deliberado (no la toma porque no quiere) y el tercero lo incumple de forma involuntaria (no la toma por desconocimiento de la enfermedad o de su tratamiento).
«Todo ello se asocia a un aumento de la morbilidad y a un mayor uso de los servicios sanitarios», detalla Sánchez-Cuéllar, quien recuerda que, de acuerdo con las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 235 millones de personas padecen asma en el mundo.
En el caso de España, el asma tiene una prevalencia que oscila entre el 1 y el un 5%, según la región, e «irá en aumento los próximos años por el desarrollo industrial, ya que la contaminación es un factor de riesgo para esta enfermedad», advierte Sánchez-Cuéllar.
Aunque actualmente no tiene cura, es posible reducir su incidencia y prevenir sus ataques con terapias recetadas y evitando los factores que lo desencadenan, como el tabaco, la contaminación o el polvo. «A día de hoy existen importantes novedades en el tratamiento, fundamentalmente centradas en el paciente con asma grave no controlada», argumenta la citada especialista, quien explica que los nuevos fármacos biológicos dirigidos contra diferentes interleucinas implicadas en la patogenia de la enfermedad «van a cambiar el curso y el pronóstico del asma».