La cirugía bariátrica y la pérdida de peso parecen revertir algunos de los efectos negativos de la obesidad en el sistema respiratorio, según un estudio publicado en Radiology.
Los efectos conocidos de la obesidad en el sistema respiratorio incluyen un aumento del esfuerzo respiratorio, junto con una resistencia comprometida de las vías respiratorias y la fuerza muscular respiratoria, que pueden contribuir al deterioro restrictivo de la función pulmonar.
La tomografía computarizada (TAC) tiene un gran potencial para mejorar la comprensión del impacto de la obesidad en el sistema respiratorio. Hasta ahora, sin embargo, ha habido pocos estudios de TAC que hayan evaluado los efectos de la obesidad en los pulmones y la tráquea.
La autora principal del estudio, Susan J. Copley, y colegas evaluaron los cambios en los sistemas respiratorios de 51 personas obesas que se sometieron a cirugía bariátrica. Todos los participantes perdieron peso después de la cirugía con una disminución del índice de masa corporal promedio de 10,5 kg/m2.
Los investigadores utilizaron la TAC para medir el tamaño y la forma de la tráquea y evaluar el atrapamiento de aire, un fenómeno en el que el exceso de aire permanece en los pulmones después de exhalar, lo que resulta en una reducción de la función pulmonar. El atrapamiento de aire es un signo indirecto de obstrucción en las pequeñas vías respiratorias del pulmón.
Cuando compararon los resultados al inicio y 6 meses después de la cirugía bariátrica, encontraron que la cirugía y la pérdida de peso estaban asociadas a cambios morfológicos o estructurales en el pulmón y la tráquea.
La TAC postoperatoria mostró reducciones en el atrapamiento de aire y una menor incidencia de colapso traqueal. El cambio en la extensión del atrapamiento de aire por TAC fue el predictor más fuerte de mejoría en la disnea o falta de aliento.
«Por primera vez, este estudio ha demostrado cambios en la morfología de las vías aéreas grandes y pequeñas que mejoran cuando las personas pierden peso -señala Copley-. Estas características se correlacionan con una mejora en los síntomas del paciente».
Los redos sugieren que puede haber un elemento reversible de inflamación de las vías respiratorias pequeñas relacionado con la obesidad y que la reversión de esta inflamación se correlaciona con la mejora de los síntomas. Los hallazgos también apuntan a la TAC como un marcador potencial de esta inflamación.
Si bien se necesitan más estudios para comprender mejor el vínculo entre las características de
la TAC y los biomarcadores de inflamación, el estudio subraya el potencial de la TAC en la evaluación de pacientes con obesidad.
«La TAC es un marcador morfológico útil para demostrar cambios sutiles que no se evalúan fácilmente solo con la función pulmonar», concluye Copley.